Las castañas salmantinas se salvan por la exportación

Al menos la calidad ha sido buena, según señala Elías Martín, que destaca también cómo ellos han podido gestionar todo el fruto de la zona: “se ha cogido toda, ha habido media cosecha, pero buena. La hemos sacado y bien, contentos, pero la situación ha sido mala porque no se vende al ritmo se tiene que vender. En Madrid, Bilbao o Barcelona, los puestos, a las ocho de la tarde los cierran y en las salidas de los cines en Madrid centro, que es donde más trabajamos, tienen cerrado. La mitad de los puestos no han abiertos porque no les merece la pena. Son autónomos y se han dado de baja porque tienen más gastos que ingresos”.

Desde El Cerro han salido castañas para Italia y Francia. Según añade Martín, “el año pasado tenías una demanda muy grande y este con unas precauciones enormes porque la situación está como está y la gente no arriesga porque no puede”. El precio se ha notado también y ha descendido entre un 30 y un 40%. El año pasado se pagaba a 2,60 euros la castaña de primera, mientras que este se ha pagado a 1,70. “Y suerte que nosotros la hemos vendido”, señala Martín, que pone de manifiesto cómo la situación es distinta en otras zonas: ”en Guadalupe me ofrecen y no quiero”. Tienen intención de abrir la planta para elaborar crema de castaña, castaña en almíbar y harina de castaña, pero “no quiero hacer mucho porque a ver dónde lo voy a vender”.

“No hay consumo”, concluye el productor de El Cerro.