La industria prepara una campaña de bellota con menos sacrificios
El calor del verano y la falta de lluvias a su tiempo ha reducido la montanera | Los ganaderos restringen el aforo de animales y se destinan más a cebo de campo | Guijuelo lidera los sacrificios a nivel nacional con cifras del 60 al 70%

La industria cárnica de la provincia se prepara para dar inicio a una campaña de sacrificio de cerdos ibéricos de bellota que se estima más corta y con menos cerdos que años anteriores. Es el resumen general de mataderos y fábricas después de un año climatológicamente malo para prácticamente todo el campo (salvo el vino, como mucho), ya que el calor y la falta de lluvia en los momentos más convenientes ha obligado a reducir la montanera de la campaña 2022/2023.
Esas son las previsiones actuales de los mataderos, que en Guijuelo y su entorno esperan comenzar de lleno la campaña a partir del 10 de enero, una vez terminadas las fiestas navideñas. Así lo explica Luis Ramos Copete al indicar que “se prevé una campaña con números ligeramente inferiores a los del año pasado. Ha comenzado con bajo ritmo de sacrificios, que irán intensificándose a partir del 10 de enero como suele ser habitual. Debido a las lluvias de las ultimas semanas y al viento se está cayendo la bellota con intensidad, acortando la campaña, por lo que finalizará previsiblemente a finales de febrero”. En la misma línea habla el secretario de la Asociación de Industrias de la Carne de Guijuelo (AIC), Ángel Picado, que recuerda cómo ya se están matando cerdos de bellota pero la campaña propiamente dicha comienza después de Reyes. Él confirma que hay menos bellota que otros años por la sequía en la zona sur.
También desde la Denominación de Origen Protegida “Guijuelo” apuntan en la misma dirección y confirman que no será de las mejores campañas de los últimos años: “Se están empezando a sacrificar las primeras partidas y la campaña es regular. Va por zonas pero, en general, no es un año bueno. Tiene que hacerse el ciclo agronómico normal y el tiempo no ha acompañado”. Esta situación ha provocado que las fincas que inspeccionan desde la DOP han bajado el aforo de animales en función de lo que podían engordar. “Los ganaderos saben los recursos que tienen y ellos mismos restringen su propia producción”, señalan. Y es que esta afirmación viene avalada por los datos del volumen de sacrificios que recoge Asici de forma semanal en todos los mataderos del país, donde se ha puesto de manifiesto que la pasada semana se produjo un incremento notable de matanzas de cerdos de cebo de campo que, en condiciones normales de montanera, podrían haberse destinado a la bellota. Tampoco es mala esta opción, señalan, ya que “si pueden engordar con un buen pienso y una buena hierba, harán un buen cebo de campo en extensivo que es lo que defiende la DOP; es también un síntoma de calidad”. No hay mucha bellota pero, al menos, sí hay hierba. No llovió en septiembre u octubre, que hubiera mejorado las perspectivas para la bellota, pero la hierba que hay este año, incluso en las fincas salmantinas donde las heladas, en caso de haberse producido, son mínimas, ha mejorado en cierta medida la situación ya que “la hierba es también un recurso importante y se puede aprovechar para cebar”. En cuanto a la bellota, lo tienen claro: “Se certificará lo que se tenga que certificar conforme al pliego de condiciones”. La campaña pasada, la Denominación certificó algo más de 40.000 animales de bellota, lo que supuso el 34% del total de las cuatro denominaciones de cerdo ibérico de España.
Estaba a la cabeza al igual que lo está la industria de Guijuelo en general, donde se genera una media de sacrificios del 60 al 70% del total registrado a nivel nacional.