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Gallinas de raza castellana negra, en Pedrosillo El Ralo.
La gallina que viajó con Colón, se cría en Salamanca

La gallina que viajó con Colón, se cría en Salamanca

En la provincia existen cuatro criadores de esta raza castellana negra por la que sentía simpatía Isabel la Católica y que ahora está en peligro de extinción

Martes, 27 de agosto 2019, 22:34

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Si hay una gallina que despierta simpatías esa es la castellana negra. De hecho, criadores como Miguel Ángel Esteban, de Pedrosillo El Ralo, reconoce que más que ganado es una mascota, de ahí que se haya formado un nutrido grupo de criadores que ha empezado a trabajar fuerte por la recuperación de esta raza en peligro de extinción.

De momento son 140 los productores de toda España que se han unido en torno a la asociación Ganeca -Gallina Negra Castellana- y los que han comenzado a inscribir ejemplares en el libro genealógico. De Salamanca son cuatro y son ellos principalmente los que ven en la feria agropecuaria Salamaq una oportunidad más de dar a conocer esta peculiar raza.

En una carpa propia y a través de la Federación Española de Ganado Selecto -FEAGAS- podrán contemplarse este año 25 ejemplares de esta raza de gallinas originaria de Castilla y de la que proceden muchas de las actuales gallinas negras que hay en Europa porque fue llevada hasta Flandes en tiempos de Carlos V.

Sin embargo, que sus cifras como ponedora fueran inferiores a las de otras razas (unos 260 huevos al año frente a los casi 360 de otras) y que tampoco su peso -entre 2 y 2,5 kilos- fuera de los más elevados, hizo que los criadores se fueran decantando por otras y se llegara a poner en riesgo esta raza.

Ahora, y a través de Ganeca, se está haciendo una labor de divulgación para dar a conocer esta raza activa y cacareadora que conquistó a Isabel la Católica. Miguel Ángel Esteban, que tiene 60 ejemplares, tiene muy claras sus virtudes: aparte de la calidad de sus huevos y su aspecto, alaba también su agilidad, que les permite situarse en lugares de 5 ó 6 metros de altura para ponerse a salvo de sus depredadores. “Son muy valiosas”, dice. Y explica que ha llegado a tener hasta 50 razas distintas hasta elegirlas. Ahora el objetivo de él y de su asociación es, además de dar a conocer la raza, mejorarla con una selección de las más ponedoras.

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