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Domingo, 20 de diciembre 2020, 18:19
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La campaña de maíz encara estos días su recta final en la provincia entre la preocupación por el problema del exceso de agua de las tierras y la alegría por tener los precios más altos desde 2012.
La recogida está en este momento prácticamente parada por la humedad que presentan las parcelas, lo que obliga a los agricultores a entrar con “orugas”. Productores y recolectores solo piden una pequeña tregua del tiempo durante los próximos días, lo que les permitiría rematar la campaña en poco más de dos semanas, como calcula Ricardo Miguel, encargado cada año de cosechar cientos de hectáreas.
La producción de maíz está siendo muy buena, con una media que se mueve entre los 14.000 y los 15.000 kilos por hectárea, aunque como siempre varía en función de las zonas. “En aquellas en las que se sembró pronto y le llovió después mucho encima la producción ha sido menor”, explica.
En general, la campaña en Castilla y León ha sido la mejor de los últimos 30 años, con una media cercana a los 13.000 kilos y con un 5% más de tierras sembradas. León sigue encabezando el ranking de este cultivo en la Región, con casi 72.000 hectáreas, seguida de Salamanca, donde se han sembrado 17.000, y Zamora con 14.000.
Pero ni la buena producción ni el hecho de estar todavía sacando maíz han hecho que los precios cedan estos últimos meses. Todo lo contrario porque su cotización en la Lonja de Salamanca es la más alta desde 2012.
En concreto, el precio de referencia en la provincia para una tonelada de maíz es en este momento de 199 euros, después de bajar 1 euro en la sesión del pasado lunes. Se trata de su cotización máxima en los últimos ocho años y la razón no es otra que la gran demanda de China, hasta el punto de haber desestabilizado por completo los mercados. La mejor prueba de este afán por hacerse con la mayor producción de maíz (y también de soja) es que en septiembre compró hasta siete veces más que el año anterior.
En el caso del precio en Salamanca también ha influido la demanda de la planta de bioetanol de Babilafuente y el problema que hubo con un barco de maíz que obligó a la fábrica a comprar en el mercado interno.
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