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Campo de girasoles en la comarca de Peñaranda. TRISOL
La amenaza que se cierne sobre el girasol salmantino

La amenaza que se cierne sobre el girasol salmantino

Pese al calor, aun así, los agriculturas creen que este año será una “buena temporada”, tras el fiasco de 2019

Viernes, 21 de agosto 2020, 22:06

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Ni las lluvias de primavera ni siquiera el confinamiento provocado por el coronavirus han impedido que los agricultores salmantinos sigan apostando por el girasol como uno de los cultivos más atractivos —en torno a 15.800 hectáreas—. Y tras el fiasco del pasado año, la presente temporada se presenta con bastantes buenas perspectivas. Tanto es así, que los productores se muestran optimistas y creen que, si nada se tuerce en las próximas semanas, la cosecha de este año será “buena”.

Así lo cree el productor Roberto Tapia, para quien la primavera de lluvias puede traer consigo una cosecha “mejor de lo esperado”. Aunque con un matiz: “Los calores excesivos de julio podrían haber atacado a la planta y mermar los resultados esperados; habrá que esperar a la recolección”, señala, al tiempo que confía en poder elevar la producción media de esta temporada entre los 1.000 y 1.100 kilogramos por hectárea.

En términos similares y con este mismo optimismo se muestra Juan Luis Delgado, presidente de ASAJA Salamanca, para quien la presente temporada se presenta “bastante bien”, con una estimación media en la producción de entre 1.000 y 1.200 kilogramos por hectárea. “En producción será un buen año, nada que ver con la temporada pasada, con producciones en torno a los 600 kilogramos por hectárea”, subraya Delgado, para quien las temperaturas suaves de estos días resultan beneficiosas para el producto, “ya que están contribuyendo a su maduración y hace que la pipa se llene favorablemente”, apostilla.

Pero otro cantar son los precios. En este sentido, tanto Roberto Tapia como Juan Luis Delgado no ocultan su preocupación ante lo acontecido en Andalucía, que siempre marca la referencia en el resto de España. “El pasado año se pagó bien el girasol alto oleico y muchos apostaron por este cultivo. Este año se han igualado los precios y eso será perjudicial”, señala Tapia. “A tenor de lo visto en Andalucía, mucho nos tememos que el precio rondará los 300 euros por tonelada, que no alcanza los mínimos costes de producción”, apostilla Delgado.

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