Ganadería extensiva e intensiva, un modelo de convivencia en el campo
El Ministerio sigue trabajando en el vacuno en regular el número de animales por explotación
Lunes, 24 de octubre 2022, 23:51
El futuro del sector ganadero pasa por un modelo de explotación cada vez más profesional y moderno en el que los dos tradicionales sistemas de producción, el intensivo y el extensivo, caminen de la mano para la producción de alimentos sostenibles y de calidad.
A pesar de los intentos de “criminalizar” a la ganadería intensiva desde algunos grupos ecologistas e incluso desde el propio Ministerio de Consumo lo cierto es que ambos modelos conviven en la actualidad en perfecta armonía.
En la producción extensiva, el ganadero sigue empleando métodos tradicionales y aprovecha los recursos naturales que, en el caso de la provincia salmantina, le ofrece la dehesa. Se trata de un modelo que ayuda, además, a preservar los ecosistemas y la diversidad de especies. La ganadería intensiva, en cambio, permite un mayor control y seguimiento diario de los animales, lo que facilita el manejo y las condiciones de bienestar animal.
Un ejemplo de esta convivencia está en el vacuno, donde es habitual que tanto las vacas reproductoras como los terneros pasen sus primeros meses de vida en extensivo, antes de entrar en los cebaderos.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación trabaja en este momento en regular el número máximo de animales que debe haber en una explotación de vacuno con la elaboración de un Real Decreto que no ha estado exento de polémica al fijar una cantidad máxima de 850 unidades de ganado mayor (UGM), lo que equivaldría a 725 vacas de ordeño o 1.400 terneros de cebo.
También en el porcino ibérico ambos modelos de explotación conviven en equilibrio desde siempre, con cerdos criados en extensivo y otros muchos en granjas. De hecho, ante el reto de lograr explotaciones de mayor dimensión, más profesionalizadas, sobre las que pesan mayores exigencias medioambientales y de bienestar animal, muchos ganaderos están optando por este último modelo de producción que ha hecho incluso que la cabaña aumente.
Prueba de ello es que el censo de cerdos no ha dejado de crecer en los últimos años en Castilla y León y también en la provincia de Salamanca, donde en apenas un año el número de cerdos criados en intensivo aumentó en más de 5.000 cabezas. En concreto, en Salamanca hay contabilizadas en este momento alrededor de 2.000 explotaciones, de las que en 89 se superan las 2.000 cabezas.