La fresa se suma al arándano como fruto de futuro

«Seguimos produciendo arándanos y hemos iniciado la producción de fresas con un resultado espectacular», explica Mari Ángeles Martín en la primera explotación de producción de arándanos que nació en Linares de Riofrío. La producción de la fresa en altura y los buenos resultados del arándano amplían las posibilidades de que puedan convertirse en frutos de futuro para producir en zonas como la Sierra. De hecho, señala Mari Ángeles, hay ya otra explotación en producción en la localidad y con previsión de ampliación a partir del otoño: «Nosotros empezamos hace ocho años y esto funciona».

Su explotación se encuentra ahora en plena temporada de trabajo, tanto de fresa como de arándano, aunque la plantación de la fresa en cultivos en altura y bajo cubierta permite alargar las producciones hasta bien entrado el otoño. Linares de Riofrío y todo su entorno tuvo fama décadas atrás por la producción de la fresa, una variedad que quedó en exclusiva para algunas fincas familiares, pero que ha sido sustituida por otras variedades que se han adaptado muy bien a la zona, que mantienen algunas características de la antigua fresa de Linares o, al menos, traen a la memoria antiguos aromas de quienes conocieron aquella producción.

«Nosotros tenemos la Albion, San Andreas y la Charlotte, que es parecida a la que había aquí antes. Es muy blandita y pequeña», señala Mari Ángeles Martín, que añade: «Se buscan fresas que den producción, que sean buenas y den sabor y creo que lo estamos logrando. Lo que había antes no puede estar ahora en el mercado, buscas producir y en cada tiempo tienes que poner lo que hay para producir con calidad, con buena presencia y sabor». Y es que el cultivo en altura ofrece, además, unas ventajas que el cultivo en suelo no tiene: la fresa no tiene tierra a la hora de recolectarla y tiene menos riesgo de pudrirse al estar en contacto con el suelo. Además, la recolección se hace de forma mucho más sencilla porque no hay que estar agachado, ni inclinarse para recoger el fruto.

El mercado que los propietarios de la explotación han abierto es más amplio en el arándano que en la fresa, ya que la producción de fresa es más incipiente y, por tanto, se destina más a la venta en proximidad. Llegan a Salamanca y a gente del pueblo. Por el momento, es la capacidad que tienen para trabajar, pero la intención es seguir creciendo y afianzándose en el mercado. En el caso del arándano, la capacidad de exportación es mayor porque también tienen más producción y está más afianzada. Se entrega a una cooperativa que se encarga de comercializar el producto en diferentes mercados. Respecto a los precios, ahora están bien, pero los productores han de ajustarse a los precios que se establecen en el Merca Salamanca porque, si son más caros, las fruterías de la capital buscarán frutos más baratos.

De cualquier forma, los pasos de los productores y el apoyo institucional están consiguiendo que el interés por esta producción siga creciendo y se implanten nuevas explotaciones poco a poco. Prueba de ello es que en otras localidades como Cepeda o Lagunilla hay explotaciones agrícolas que, entre sus producciones incluyen la de arándanos. Como sucede en muchas otras producciones, la primera hora de la mañana suele ser la mejor para recoger el fruto o, como mucho, ya a última hora del día, porque en las horas centrales de más sol el fruto está más blando, sufre más al recolectarlo y puede quedar dañado y más aún en años de intenso calor, como este verano 2024.