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Ángel Casquero este lunes con las ovejas en la zona de la Sierra de Béjar.
El lamento de un pastor salmantino: “Que nos quiten de en medio ya y dejen el campo como paraíso natural”

El lamento de un pastor salmantino: “Que nos quiten de en medio ya y dejen el campo como paraíso natural”

Ángel Casquero adora la vida de pastor en parte porque viene de una saga de pastores y él dejó la escuela a los 13 para dedicarse a ello. Pero ve que cada vez es más difícil seguir: burocracia, falta de rentabilidad... y el lobo

Martes, 23 de febrero 2021, 20:11

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¿Quién es Ángel Casquero? Es el mayor de tres hermanos de una generación de pastores. Tiene 46 años y a los 13 dejó la escuela para seguir los pasos de su padre, de su abuelo y de su tatarabuelo. Ahora lleva una explotación con sus dos hermanos y tienen ovejas y vacas en La Cabeza de Béjar y Arabayona.

–¿Quién pastorea las ovejas?

–No sacamos casi para nosotros como para tener pastores. Nosotros atendemos al ganado y a eso de las 11 cogemos la morrala y hasta que se pone el sol. Así todos los días.

–¿Le preocupa el frío o la lluvia?

–No, estamos acostumbrados. Ves el día, miras al cielo y dices, “día de capote”.

–¿De capote?

–Sí, tenemos capas largas de lona. Nos quitan el frío y la lluvia. Es nuestro día a día, nos hemos criado con ello. Los días de agua y aire son fastidiados porque te va a la cara. Con el frío te abrigas un poco más y ya pero tampoco puedes cargar encima un montón de kilos porque te pare una oveja y no se la puede atender.

–¿Nunca lleva guantes?

–Gato con guantes no caza ratones.

Una morrala.

–¿Qué lleva en la morrala?

–El bocadillo, un huevo frito, un cacho lomo, uno de chorizo, otro de jamón y la bota de vino. Almorzamos caliente y cenamos, pero comemos frío. No queda otra.

–¿No es aburrido estar cuidando a las ovejas, sin más?

–Yo hago cosas de cuero o badajos de encina para los cencerros. Siempre llevo algo para estar entretenido. Un amigo de mi abuelo trabajaba el cuero y yo aprendí, hago cintos, morralas, carteras, bolsos... Siempre llevo para no aburrirme. Por eso me joroba cuando llueve porque no puedo trabajar.

–Mal año lleva entonces...

–Es un año atípico. Yo no sé pero a lo mejor puede repercutir la pandemia porque hay menos vuelos. Un año normal habrían pasado ya por encima de mí más de 100 aviones y este año llevamos muy pocos y eso creo que algo hace. Enero lo vi normal pero en febrero ha llovido mucho. Lo que no es normal es la temperatura porque ahora tendría que estar helando, eso va a adelantar el campo y en marzo o abril el hielo lo quema y se fastidió la primavera.

“Luego hay otra cosa que me hace gracia: Si tienes mastines, tienes problemas con la gente, como los he tenido yo; pero si no los tienes, tienes problemas con el lobo”

–¿Aguanta bien el agua la oveja?

–El agua es mala para la oveja y peor para el pastor. Esos días las ovejas están a disgusto porque van cargadas y se quedan frías las pobres, a lo mejor llevan 3 o 4 kilos de agua en la lana. No paran, no dejan de moverse, ni comen: parece que el agua les quita la carne a mordiscos. Luego si orea y no llueve, en 2 horas están secas. Tampoco puedes guardarlas porque son de campo. Lo que hay que hacer es por la noche buscarle las dormidas, que estén un poco oreadas en la red.

–También ha sido año de nieves, ¿tuvo problemas con la nieve el domingo en la Sierra?

–Saqué a las ovejas de la nieve y las llevé a otro sitio. Nosotros ya estamos preparados y si hay nieve pues tiras forrajes a las ovejas, se estropean más que comen pero... Con Filomena si se nos murió una vaca que estaba pariendo.

–Sale de casa pronto y hasta que anochece, ¿qué le dicen?

–Están ya acostumbrados. Lo ven normal.

Zaones también confeccionados por Ángel.

–¿Le gustaría que se siguiera la tradición de pastores en su casa?

–No. Tengo una hija y esto de las ovejas es una esclavitud sin rentabilidad y luego está la burocracia. Si lo que menos problemas dan son los animales, los pobres. Te falta una oveja y ya están los de la inspección para decirte que dónde está o el bolo. Y nosotros tenemos 100 hectáreas en la sierra y se te queda una oveja muerta y ni la ves. Nosotros teníamos hace seis años 2400 ovejas, ahora tenemos 1.400 y quiero meter más vacas e ir quitando ovejas. Luego lo de la oveja es algo que está mal visto por todo el mundo, que si han comido aquello, que si han comido eso... es que encima tenemos fama de tragones.

–Una curiosidad, ¿cada cuánto cuenta las ovejas para ver si le faltan?

–Una vez al mes, si te cuadra, y como mucho cada 15 días, tienes que aprovechar que entran en un cercado más estrecho para poder. Luego no es lo mismo que no encuentres una oveja aquí o en La Armuña: allí se ven bien pero aquí con la maleza se te ha quedado en un sitio y no te das ni cuenta.

“El agua es mala para la oveja y peor para el pastor. Estos días las ovejas están a disgusto porque van cargadas y se quedan frías las pobres: a lo mejor llevan 3 o 4 kilos de agua entre la lana”

–¿Qué ovejas están estos días mejor, las que tiene en Béjar o las de Arabayona?

–Las de La Armuña que están ahora con los maíces, nos fastidió. Las de aquí van a La Orbada a principios de verano.

–¿Las llevan a pie?

–Antes sí pero ahora ya no porque son 3 o 4 días que va sufriendo el ganado. Y luego que si entran en los cercados, que si están los cordeles arados y buena gana de discutir con todo el mundo. Luego hay otra cosa que me hace gracia, lo de los mastines con el lobo. Si tienes mastines, tienes problemas con la gente, como los he tenido yo, y si no, con el lobo. El lobo con los mastines no se acerca pero los tienes que dejar atados. En Arabayona o La Orbada les dejo con cadenas largas pero aquí en la sierra no puedo porque se quedan trabados con la maleza y es un problema. Y luego tienes 3 en un sitio, 4 en otro, pero no puedes tener más porque en piensos, seguros y comida se te va un sueldo.

–Ahora plantea el Ministerio para la Transición quitar la protección del lobo, ¿cómo lo ve?

–Que nos quiten a nosotros del medio ya y que dejen el campo como paraíso natural y se acabó. Estará todo lleno de maleza, de mierda, porque anda que no se nota lo limpio que está el campo por donde pasan las ovejas y cómo por donde no se queda maleza y ahí está el jabalí y vienen los incendios. Ellos verán.

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