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Sergio, con algunas de las gallinas que tiene en Tardáguila.
El ‘héroe’ del campo salmantino que nos surte de huevos en el momento más difícil

El ‘héroe’ del campo salmantino que nos surte de huevos en el momento más difícil

Sergio García Panero intenta desde su explotación avícola en Tardáguila de atender la demanda “absurda” de huevos que ha provocado el coronavirus

Martes, 17 de marzo 2020, 19:35

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El coronavirus también está poniendo a prueba al campo, donde agricultores y ganaderos, lejos de poder quedarse en casa, redoblan esfuerzos para que en ninguna mesa falten alimentos

Son los héroes del día a día, como el joven Sergio García Panero, que desde su explotación avícola en Tardáguila se esfuerza por abastecer de huevos a todos sus clientes.

“Estoy desbordado”, reconoce cansado, mientras trabaja a destajo para dar respuesta a la avalancha de pedidos. “No tengo capacidad para atender a tanta gente y he llegado al punto de tener que decirles que hasta el viernes no les puedo llevar huevos... ¡no doy abasto!”.

Asegura que no entiende esta locura de “comprar por comprar” que ha provocado el coronavirus y más en el caso de productos perecederos como los huevos. “Pediría a la gente que sea consciente. No tiene sentido acumular docenas porque a los 28 días hay que tirarlos por la normativa de caducidad que tenemos”, explica.

“El teléfono me arde de pedidos”

La irrupción del virus ha revolucionado por completo el día a día de este avicultor que, nada más levantarse, acude a su explotación para atender a sus gallinas que viven en semilibertad y también, en la medida de lo posible, a sus clientes. “El teléfono me arde de pedidos, pero al final las gallinas producen lo que producen y no se les puede pedir más”.

El coronavirus ha multiplicado por dos los pedidos de sus clientes, a los que se suman los que le llegan directamente a la granja. “Vienen vecinos de aquí del pueblo a los que no les puedo negar media docena de huevos, incluso se han llegado a llevar los pequeños que no puedo estuchar por tamaño”, explica.

El virus también ha hecho que extreme las medidas de higiene al máximo. “Estamos tomando todas las protecciones posibles, desde estar con guantes todo el día y desinfectar todo muy bien hasta repartir los huevos sin quitarnos la mascarilla. Estamos constantemente limpiando y también tenemos mucho cuidado con la furgoneta”, relata.

Como muchos otros ganaderos, el coronavirus también obligó a Sergio a aprovisionarse de pienso. “Tenía la duda de qué iba a ocurrir con las fábricas, incluso de si iban a poner continuar abiertas y funcionando, pero las gallinas comen todos los días y por eso compramos más pienso de lo normal”, asegura desde su explotación.

“Mis clientes me cuentan que están haciendo cajas que ni en Navidad”

La incertidumbre que genera el no saber cuándo acabará esta crisis le hace ser también muy precavido. “Mis clientes me dicen que están haciendo cajas que ni en Navidad, pero puede ser que todo el mundo esté comprando para aprovisionarse y que al final el consumo acabe parándose”, afirma.

Y por eso no se cansa de pedir calma a los consumidores y de repetir una y otra vez lo importante que es comprar con cabeza. “Lo que está ocurriendo es absurdo”, concluye.

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