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En los belenes hay representadas ovejas de diferentes razas pero la que se criaba en Israel y Oriente Medio y llevaba allí unos 5.000 años era la awassi. Es una oveja de raza grande, color blanco pero con la cabeza roja, a veces con manchas blancas. Los machos, que pesan entre 90 y 120 kilos, tienen cuernos. Las ovejas están entre los 65 y 80 kilos. Eran nómadas y tienen capacidad para almacenar grasa en la cola y la grupa. En los belenes vivientes que estos días se celebran en Salamanca no aparecen porque ahora mismo el número de ejemplares es mínimo en esta provincia aunque en 2007, en expansión, llegó a mostrarse como la gran competidora de la raza assaf, que es la mayoritaria en producción láctea. 17 años después, en Salamanca quedaban en enero de este año sólo 89 ejemplares registrados por la Junta en Salamanca pero, aún así, con la advertencia de productores de que la gran mayoría eran ya ejemplares cruzados.
José María Gajates, de Bermellar, es de los pocos ganaderos que conserva algo de awassi. Su rebaño de ovejas de leche es assaf, pero tiene un carnero awassi que le regalaron y dos corderas. «Es una raza que siempre me gustó», señala. Su idea es lograr un cruce con assaf, que ve que da ejemplares duros y resistentes. En cuanto a producción de leche, mantiene que si la oveja es buena, no existen diferencias entre una raza y otra y pueden estar en torno a los 5 litros diarios. El problema que ve ahora es del cambio de rebaño porque pasaría de tener ovejas todas blancas a algunas también rojas.
Si la awassi, que estaba tan extendida especialmente al oeste de Salamanca y perdió todo su protagonismo hasta casi desaparecer, lo atribuye José María en gran parte a la complicación de ordeño, mayor que la raza assaf. Apuntan a ubres más bajas, que complican su ordeño, también con ordeñadora. Además cree que influyó que los carneros tuvieran más carácter.
Por su parte, el ganadero Jesús Serrano, de Lumbrales, que tuvo en su momento también awassi, y llegó a tener un rebaño de 2.000 ovejas de leche, mantiene que si esta raza está desaparecida ya prácticamente en Salamanca se debía a lo que apuntaba José María Gajates sobre la ubre: «Se descolgaba», señala. También a que eso dificultaba que mamara el cordero, lo que implicaba un alto coste en mano de obra. Mantiene que prácticamente esto hacía que mantener estas ovejas fuera «inviable» a partir del tercer parto. «Recuerdo una paridera con 100 ovejas awassi y dos personas dando de mamar», señala. «Tampoco la cogía bien la ordeñadora», explica. Jesús dejó las ovejas de leche hace 7 años y su hermano, con quien compartía explotación, mantiene una veintena ahora, pero de carne. Él cambió las ovejas por las vacas avileñas. «Ahora el precio de la leche está bien pero desde 2006 hubo ahí 12 años que vendíamos por debajo del coste y, al final, las quitamos».
En Salamanca, la raza favorita de los ganaderos de ovejas de leche es la assaf, originaria de Israel y resultado del cruce de oveja awassi y macho Milschschaf. En enero había 44.278 ejemplares de esta raza. Le seguían la churra, con 5.005, y la laucane, con 2.862.
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