Así es el plan de mejora de la Junta de los seguros agrarios para agricultores y ganaderos de Castilla y León

Esta iniciativa responde al acuerdo alcanzado en la reunión celebrada el pasado 27 de noviembre entre el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero; el presidente de Agroseguro, Ignacio Machetti; el director de Enesa, José María García, y las organizaciones profesionales agrarias para analizar la situación del seguro agrario en la región.

En dicho encuentro se puso de manifiesto la importancia de esta herramienta y la necesidad de incrementar su contratación para garantizar la renta de las explotaciones agrarias ante adversidades climatológicas o la aparición de enfermedades o plagas, según ha informado la Consejería en un comunicado recogido por Europa Press.

Y es que el apoyo a los seguros agrarios es una de las líneas estratégicas que se ha marcado el Gobierno autonómico para esta legislatura, pues se trata de uno de los instrumentos “esenciales” para afianzar la competitividad de las explotaciones agrarias.

Este apoyo forma parte del compromiso adquirido por el consejero, quien ha manifestado su intención de liderar desde esta Comunidad el movimiento para mejorar la cobertura de los seguros agrarios y que ya anunció un incremento de, al menos, el 20 por ciento en la financiación de la región para el apoyo a la contratación de seguros agrarios, además de aprobar un ‘Plan de incorporación y fidelización a la contratación de seguros agrarios’.

En este sentido, la Consejería ha recordado que la principal producción asegurada es la de cultivos herbáceos extensivos, que, con 47.651 pólizas, tiene un nivel de implantación en superficie del 73 por ciento.

Asimismo, la uva para vinificación cuenta con 2.585 pólizas, mientras los cultivos industriales, con 1.167 pólizas, tienen un nivel del 36 por ciento, y las hortalizas y los frutales, con unas 1.000 pólizas, tienen una implantación del 24 por ciento.

Sin embargo, los cultivos forrajeros tan solo alcanzan el 6 por ciento, mientras los seguros ganaderos, con 27.363 pólizas, adquieren un nivel de implantación del 67 por ciento en lo que respecta a retirada y destrucción de animales muertos, la principal línea de aseguramiento pecuario.

Por provincias, el mayor nivel de aseguramiento está en Burgos, con 11.746 pólizas que cubren 407.489 hectáreas y 1,9 millones de animales, y en Valladolid, con 10.948 pólizas para 363.761 hectáreas y 4,7 millones de animales.

En el nivel más bajo se encuentra Ávila, con 6.656 pólizas que cubren 69.087 hectáreas y 1,3 millones de animales, según ha detallado la Consejería.

Por otro lado, se ha apuntado a que el interés por el seguro agrario va en aumento en Castilla y León, pues en el periodo 2014 a 2018, el número de pólizas de seguros agrarios en la Comunidad ha pasado de 73.689 a 80.548, lo que supone un incremento del 9,3 por ciento.

El capital asegurado en este mismo periodo ha variado de 1.464 millones de euros a 1.969 millones de euros, es decir se ha incrementado un 34 por ciento, con lo que Castilla y León se sitúa, junto a Andalucía, a la cabeza de las comunidades autónomas en capital asegurado.

El aumento de la contratación ha supuesto también que la superficie asegurada haya pasado de 1.665.474 hectáreas a 1.927.288, y el número de animales de 21 millones a 26, valores que suponen crecimientos del 16 y del 24 por ciento, respectivamente.

Por otro lado, en el periodo 2014 a 2016, las indemnizaciones por siniestros en el sector agrario alcanzaron en Castilla y León los 97 millones de euros.

Respecto a los siniestros declarados entre 2017 y lo que va de año en 2019, las indemnizaciones pagadas se han multiplicado por cuatro y ya han llegado a 400 millones de euros.

En este último periodo ha destacado el año 2017, en el que se abonaron 215 millones de euros, especialmente por sequía y helada, mientras en 2018 fueron 77 millones de euros y este año, por ahora, 108 millones de euros, fundamentalmente por sequía.

Como media, en los últimos años, el 35 por ciento de los siniestros son por sequía, seguido por el pedrisco, que supone el 33 por ciento y la helada, que representa el 7.