La temporalidad se dispara en Salamanca cuando el Gobierno intenta frenarla

El aumento de las plantillas de muchas administraciones se ha hecho a través de la contratación temporal, lo que ha elevado este índice justo cuando el Gobierno está preparando cambios en la normativa para ponerle freno. El objetivo marcado por el departamento ministerial que dirige Miquel Iceta es bajar la tasa de temporalidad en todas las administraciones al 8%.

Además, los tribunales han vuelto a dejar claro que el sector público abusa de la contratación temporal y que los interinos que lleven más de tres años ocupando un puesto, deben convertirse en indefinidos no fijos, propuesta pactada ya este lunes entre Gobierno y sindicatos.

El mayor problema se plantea para la Junta. En Salamanca, por ejemplo, el 31,5% de sus trabajadores son temporales, casi cuatro veces más de lo que busca el Gobierno. La tasa se ha disparado en los últimos meses, sobre todo por lo dos servicios con una plantilla más numerosa.

En educación, el 36,9% de los docentes son interinos, cuando seis meses antes este porcentaje era del 23,35. En sanidad, alcanzan el 36,1%, cuatro puntos más que en julio del año pasado. Las otras administraciones sortean mejor el problema. La temporalidad en las entidades locales ha aumentado en el último año, del 7,8% al 8,5%, pero de forma moderada. En el Estado, en cambio, los interinos solo representan el 4,5% de su plantilla en la provincia.

El aumento de la contratación temporal en varios sectores públicos contrasta con la última decisión del Tribunal Supremo, que ha rectificado su propia doctrina sobre esta cuestión. Ha establecido que la duración máxima del contrato de interinidad no debe superar más allá del tiempo que se prolonguen los procesos de selección para cubrir esa vacante.

A falta de una previsión normativa, el Supremo determina que, con carácter general, una duración superior a tres años del contrato de interinidad debe considerarse “injustificadamente larga”, lo que comportará que el trabajador interino pase a ostentar la condición de indefinido no fijo.

Gobierno, comunidades autónomas y sindicatos también están inmersos en una negociación para poner freno a la temporalidad. El Ministerio de Política Territorial y Función Pública confirmó este viernes que el proyecto para estabilizar el empleo público ha recibido el apoyo de las regiones.

Con el decreto, el Gobierno quiere impedir el mantenimiento de interinos ocupando un puesto por más de tres años, como ha marcado la Justicia. La estabilización se hará a través de concursos-oposición especiales en los que se tendrá en cuenta la experiencia, dando margen a las comunidades autónomas y entidades locales para que en vez de concursos-oposición, lancen sólo concursos. También incluyen indemnizaciones para los interinos que no consigan una plaza en estos procesos.

Los indefinidos no fijos son empleados públicos, ya que esta fórmula de contratación no existe en el sector privado. Esta condición se aplica a los trabajadores que, durante su paso por la administración pública, han sufrido cualquier tipo de abuso en cuanto por un exceso de contratación temporal. Eso sí, hasta ahora lo han tenido que reclamar judicialmente.

Uno de los requisitos que tiene que darse es que exista una necesidad estructural no reconocida oficialmente por la administración pública, pero que ha sido cubierta mediante nombramientos y contratos temporales.

En este caso, el juez obligará al ente público a crear la plaza correspondiente y a vincular al indefinido no fijo a ella. También se reconoce la condición de indefinido no fijo a los que ocupen una plaza vacante y reconocida a nivel estructural durante más de 3 años.

En principio no, aunque es muy difícil que lo pierdan. Al contrario de un funcionario de carrera o del personal laboral fijo, los indefinidos no fijos sí pueden ser cesados de su puesto si se dan unas condiciones muy específicas.

La administración pública debe demostrar de forma objetiva que la necesidad estructural para la que se le contrató ha desaparecido definitivamente. Por ejemplo, estos trabajadores no pueden ser sustituidos por un empleado fijo que quiera llegar a ese puesto mediante un proceso de promoción interna o de concurso de traslados. Y en caso de que se oferte en un proceso selectivo abierto, pueden hacer valer su experiencia en el puesto ante otros candidatos.

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