La mejora auditiva está al alcance de todos

A partir de los 50 años, la presbiacusia afecta en mayor o menor medida a todo el mundo. Además, el exceso de ruido, o la exposición elevada de aparatos de escucha hacen más frecuente la pérdida de audición cada vez más entre los jóvenes. Por otro lado, la mayor parte de información que recibimos al conducir, por poner un ejemplo, la recibimos a través de la vista, pero también hay estímulos auditivos, por eso, en Anaya Ópticos, señalan la importancia de las revisiones tanto visuales como auditivas.

En el caso de la pérdida auditiva, cabe recordar que puede perjudicar directamente al correcto funcionamiento del cerebro. Cabe diferenciar entre oír y entender. Las personas con hipoacusia se ven aisladas y a veces son incapaces de hacerse comprender. Anaya Ópticos recomienda no esperar a no escuchar bien para acudir a una revisión, pues vivimos en un mundo tecnológico y moderno y las soluciones auditivas son herramientas muy evolucionadas con las que podemos mejorar nuestra calidad de vida.

En este centro óptico y auditivo cuentan con el audífono intraauricular más pequeño del mercado en formato recargable, que posee además detector de caídas en todas las gamas con sensores integrados que detectan caídas y envían mensajes de alerta a un contacto previamente seleccionado por el usuario. Además posee conectividad para disfrutar directamente de tu música favorita o de la televisión. También incluye conexión automática entre ellos para que el sonido sea más natural y haya una mejora auditiva en todas las direcciones. En cuanto al ruido, incluye un regulador para que se pueda enfocar en la conversación. Al igual que protegemos nuestros ojos del polvo o de la luz, incluso de la humedad si lo que nos gusta es nadar, debemos proteger nuestros oídos del ruido excesivo con un molde adaptado evitando posibles otitis y complicaciones.

Los audífonos son la mejor opción en casos como por ejemplo el de Agustín Minguela, un paciente de Anaya Ópticos que por su trabajo estuvo expuesto a mucho ruido y a día de hoy sufre una pérdida auditiva. Su familia le impulsó y ayudó a adaptarse a estos aparatos y, junto a los profesionales del centro auditivo, ha vuelto a disfrutar de su hobibie, el canto de los pájaros.

Contenido patrocinado por Anaya Ópticos

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