Bien entrado 2013 publiqué un artículo titulado “Soraya del Real Decreto Ley”, que no gustó mucho a la entonces todopoderosa “vice” del Gobierno. Argumentaba que ... el Ejecutivo de Rajoy llevaba ya más de un año funcionando, que tenía mayoría absoluta y que seguía utilizando todos los viernes el Real Decreto Ley. Decía que el recurso a este instrumento debía ser excepcional y que, sin embargo, se había convertido en lo habitual. Argumentaba que, durante los primeros meses de 2012, con una situación económica tan complicada, entendía la necesidad del Real Decreto Ley para adoptar medidas de carácter urgente, pero que ya estaba bien y pedía que se volviese a la normalidad y a las leyes tramitadas en el Congreso de los Diputados y el Senado.
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Pues bien, el Gobierno de Sánchez del Real Decreto Ley ha superado con creces a los de Rajoy. Su lema bien podría ser “hoy es viernes, hoy toca otro Real Decreto Ley (o varios)”. La pasada semana se aprobó el de Igualdad. ¡Era tan urgente, tan urgente, que no se ha publicado en el BOE hasta ayer! Caben varias explicaciones. La primera, que como ha hecho en bastantes ocasiones a lo largo de los últimos meses, Sánchez y su “gurú”, Ivan Redondo, primero hayan disparado y luego se pongan a apuntar; es decir, que no tuviesen preparado el texto correspondiente. La segunda, que hayan retrasado su publicación para la víspera del Día de la Mujer, que se celebra hoy. Y la tercera explicación, no descartable tampoco, es una mezcla de las dos anteriores. La verdad es que yo, de este Gobierno y de su presidente a mitad de jornada, me espero cualquier cosa. Y escribo lo de a media jornada porque por la mañana está ejerciendo de jefe del Ejecutivo y por la tarde anda mitineando.
Habrá quién piense que eso no debería ser así. Y no digo yo que no. Pero también habrá otros (entre los que me incluyo) que argumenten que casi mejor que se dedique unas cuantas horas a hacer campaña electoral, porque, si gobernando solo media jornada, está perpetrando las actuaciones que perpetra, no quiero ni pensar lo sucedería si se dedicase a gobernar a jornada completa. Mientras tanto, la tensión política sigue subiendo. Primero, interna en los distintos partidos debido a las primarias diversas y a la confección de las listas electorales (caso de Ciudadanos en Castilla y León o del PSOE en Andalucía) Y, en segundo lugar, externa, de los diferentes grupos políticos entre ellos. Ahora se habla de nombres y listas más que de programas. Espero que llegue pronto el turno de estos últimos para conocer las soluciones a los problemas que nos aquejan. Mientras tanto, el Gobierno a lo suyo, a darle al Real Decreto Ley (de Sánchez).
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