QUÉ fantasía. Qué maravilla. “Qué fiesta”, como acostumbra a decir David de Jorge en su sección gastronómica con Alsina. Era extraordinario verles discurrir por las calles salmantinas. La Conferencia de Presidentes logró reunir a casi todos los gurús autonómicos.

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Faltaba quien preside la Generalitat de Cataluña. ¿Por qué? Pues porque el Extra de Verano de la ONCE nos ha ofrecido algunas pistas, y Aragonés debió pensar: “Estoy tremendo. Estoy crocanti. Soy el oro del Perú, llámame tiramisú”. Y ante argumento tan incontestable, decidió ausentarse, para ir a abrazar a una mártir del procés. Se nota que los indultos han logrado sus frutos. El independentismo se ha vuelto constitucionalista a más no poder, y cree tanto en el diálogo, que cuando existe un foro de encuentro en Salamanca... marcha a Ginebra.

Quien sí acudió a la Conferencia fue Urkullo. Con esa alegría natural con que envuelve sus comparecencias, el lehendakari vino de forma desprendida y generosa. Tras el anecdótico detalle de haber logrado la recaudación de nuevos impuestos, acudió raudo y dadivoso. ¿Por qué? Pues porque Urkullo reflexionaría para sus adentros: “Apolo en polo. Un maniquí. Con el Extra de Verano, soy un géiser, soy Trajano”.

También vino Revilla. Debe ser que ha acabado la temporada de El Hormiguero, así que encontró hueco en su agenda. En verano, como bastantes programas televisivos descansan por vacaciones, el presidente cántabro anda más ocioso, y quizá asumió, con humildad, la evidencia de los hechos: “Estoy tremendo. Estoy que rompo. Soy del fuego la cerilla, la maja de la sombrilla”.

Y aunque no tengo espacio para enumerar a todas las presidencias autonómicas, cómo ignorar a Ayuso. Puesto que en Salamanca se trabaja la enseñanza del español, tal vez le haya llevado algún apunte a su protegido Cantó. Ayuso es una política con fans, y sus entusiastas seguidores son incapaces de considerar que su Oficina del Español sea un chiringuito. (Ayuso ya gobernaba Madrid antes de las elecciones de mayo: ¿había puesto en marcha esa Oficina que de repente se volvió tan prioritaria? No. ¿La creó únicamente cuando se había producido el fichaje de Cantó y este se había quedado sin escaño ni sueldo en la Asamblea de Madrid? Sí. ¿Esa Oficina no se montó antes, porque tan solo Cantó encarna el perfil requerido? No me hagan reír). Los ayusistas consideran que la lideresa madrileña es “un imán, un choque de trenes, con el Extra de Verano, una musa de Tiziano”; pero del sesgo también se sale, no se preocupen.

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Eso se lo digo igualmente a los pedrosanchistas. El presidente estuvo en Salamanca, claro, y sus partidarios también lo encuentran “tremendo”, “tiramisú”, “crocanti” y cuanto se tercie. Qué bonito es el fervor (partidista), y cuántos ridículos se cometen en su nombre.

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