Los vecinos de Aldeadávila lamentan las secuelas del brutal incendio

Aldeadávila todavía está recuperándose de las secuelas dejadas por el fuego que comenzó a primera hora de la tarde del lunes y que parecía que estaba llegando a su fin. Sin embargo, casi rescatados del susto, los habitantes tuvieron que hacer frente de nuevo este martes al fuego que consiguió reactivarse en torno a las cuatro de la tarde, aunque con menos intensidad y más alejado del municipio que el primero. "Las llamas se han reactivado con virulencia y muy rápidamente, puntualizaba el regidor de Aldeadávila, Santiago Hernández, al tiempo que aclaró: "Están más lejos que el primer día, pero nos ha tocado salir corriendo a combatirlas". De hecho, según el último parte de la Junta, la superficie calcinada se eleva ya a 378 hectáreas de pasto y aunque bajo control, el fuego permanecía ayer activo.Las secuelas dejadas por el incendio, que llegó a alcanzar el nivel 2 y que asoló a inicios de esta semana este municipio del oeste salmantino, están todavía muy presentes entre sus habitantes, quienes coinciden en afirmar que nunca había habido un fuego de esta intensidad en el pueblo. Es el caso de Luis Blanco, quien ya respira tranquilo después de ver extinguidas las llamas que llegaron a apenas dos metros de su vivienda en la zona conocida como `Las Cruces´. "Vinieron los bomberos enseguida y la Guardia Civil desalojó a varios vecinos, yo cogí una manguera y comencé a regar el terreno, todo fue muy rápido pero el susto ha sido enorme", aclara Luis.Pero no fue el único, Manuel Salvador, residente en la localidad, fue otro de que temió por su vida y por su casa al ver cómo las inmensas llamas se acercaban a su vivienda cada vez más rápido. "Hay muchos terrenos sin tratar y el fuego se propagó sin tregua, yo me puse a regar el suelo pero tuvimos las llamas a escasos metros de nosotros", recuerda con el rostro todavía afligido.DESALOJO DEL CAMPING"Cuando olimos el humo por primera vez ya sabíamos que no venía de Portugal", aclara Javier Sánchez, propietario del camping calcinado de Aldeadávila, mientras recuerda la tarde de ayer y aclara: "Enseguida me di cuenta de que el fuego estaba cerca, llamé al alcalde, y en unos minutos ya tuve que desalojar a los pocos residentes del camping porque las llamas estaban dentro".Con la ayuda de su madre y un vecino del pueblo, Javier se sirvió de una manguera para combatir las llamaradas que amenazaban su negocio. Sin embargo, a menos de un día del fuego, el camping ´Las Casitas de las Arribes´ se encuentra completamente calcinado, con la pista de paintball abrasada por las llamas y con la mitad de una de las cabañas ubicada en su interior también quemada por el fuego."Lo único que he conseguido salvar ha sido la caravana donde me hospedo", afirma el joven propietario. Además, a los destrozos hay que sumar el de una depuradora natural "que servía para purificar el agua del recinto", según puntualiza Javier, quien todavía recuerda cómo rápidamente consiguió retirar una bombona de butano cerca de las llamas "evitando así una tragedia aún mayor".