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La alarma sigue en el Mercado Central

La alarma sigue en el Mercado Central

El robo de este viernes no fue el único y en lo que va de año los comerciantes han sufrido varios ataques, también a la luz del día

g.m.

Martes, 8 de enero 2019, 17:26

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Pendientes de cualquier movimiento. Así están los comerciantes que trabajan en los distintos puestos del Mercado Central después de que el pasado jueves varias personas, de las muchas que recorren cada día el recinto, consiguieran asaltar nada menos que 22 puestos y robar en una docena de ellos, llevándose principalmente productos ibéricos y dinero en efectivo. Según explicaban algunos empleados a este diario, los ladrones entraron como unos clientes más a última hora del cierre con el único objetivo de esperar a que los trabajadores cerrasen las puertas del Mercado y poder campar a sus anchas durante toda la noche. Se cree que se escondieron tras unas lonas que hay en la planta baja y, una vez que se quedaron solos, comenzaron a reventar cerraduras y bisagras. Cuando consiguieron el botín, después de revolver cajones, forzar cajas registradores y romper una vitrina, se lo dieron a un tercero que les esperaba en el exterior a través de una verja de la planta baja. A la mañana siguiente, cuando el Mercado Central volvió a abrir sus puertas, los cacos salieron como si nada. Para la carnicería Fidel Sandoval no es la primera vez y en lo que va de año ya ha sufrido tres robos. En los dos primeros, perpetrados por la tarde en el mes de enero, perdió el dinero del cambio, mientras que esta última vez se quedó sin dos lomos y un jamón. En su puesto también fue pillado robando meses atrás a plena luz del día un presunto drogodependiente, un individuo que frecuenta a menudo el Mercado Central, según apuntaban los comerciantes que le sorprendieron ´in fraganti´. Como él, son muchos los que han sufrido estos ataques en los últimos meses y se muestran preocupados por el aumento del número de robos. "Hay que poner fin a esta situación", comentaba una empleada. "Aunque no podemos decir la cuantía, a mí me quitaron una cantidad importante", afirmaba otra.Domingo Paredero, sin embargo, lo narra a LA GACETA con detalle. "La última vez fueron 550 euros porque el jueves mi hija había ido al banco a por el cambio para todo el fin de semana y había efectivo en caja. Forzaron el cierre del puesto, la registradora y me revolvieron todos los cajones. Este sábado tuvieron que reforzarme la puerta porque la habían reventado y ahora no sé si es buena idea porque si no pueden entrar por aquí lo harán rompiendo la vitrina, que cuesta unos 10.000 euros.", relataba preocupado.

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