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Jueves, 12 de enero 2017, 12:38
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Un operario del servicio de limpieza y lavado de contenedores encontró a finales del mes de octubre de 2009 el cadáver de una recién nacida, todavía con el cordón umbilical, entre los restos de basura de su camión.El macabro hallazgo se produjo minutos antes de las 3.50 horas, en el vertedero de Villamayor. Al parecer, alguien arrojó a la niña tras haber nacido viva a uno de los contenedores situados entre Huerta Otea y San Bernardo. Todo parecía indicar que, pese a nacer con vida, el bebé se encontraba ya muerto cuando fue arrojado al contenedor, puesto que ninguna persona le oyó llorar.Los análisis efectuados por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid constataron que las fracturas que presentaba la recién nacida hallada muerta entre los restos de basura fueron causadas 'post mortem', es decir, el bebé ya había muerto cuando su madre lo arrojó a uno de los contenedores situados entre Huerta Otea y San Bernardo. Los análisis forenses coinciden además en señalar una hemorragia como causa de la muerte de la pequeña que, apenas logró vivir unos minutos después de nacer.Una mujer de 27 años fue detenida poco después como presunta culpable del caso.
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