El geocaching y los tesoros ocultos de Salamanca

Como si de Indiana Jones se tratara, para ser un buen geocatcher hace falta más que una buena brújula. Se necesita instinto de rastreador. Tampoco vas a encontrar una calavera de cristal, pero puede que un juego de cartas para la playa sí. En 2010, Dave Ulmer, original de Portland (Oregon, Estados Unidos) publicó en un foro de internet que había escondido un contenedor en los alrededores de su ciudad y tiempo después, Mike Tyge, usuario del foro, lo encontró.Esta práctica se convirtió en un divertido juego, y más tarde Jeremy Irish creó el geocaching, una actividad hoy extendida por todo el mundo. El juego consiste en esconder pequeños ‘tesoros’ llamados cachés en cualquier lugar, cuanto más insólito mejor, y de esa forma crear nuevos retos de búsqueda para el resto de usuarios. Una vez que se encuentra uno de los objetos, el jugador puede registrar su hallazgo a través de la aplicación móvil. En ella se proporciona la ubicación de cada caché a través de coordenadas y un mapa en el que figuran la posición del usuario y la del tesoro. El objetivo principal de esta actividad es descubrir diferentes lugares. En la descripción de cada “tesoro” se puede encontrar una breve explicación del lugar en el que se encuentra escondido.Hay más de tres millones de cachés escondidos por el mundo: 69.193 en España, 4.663 en Castilla y León y 616 en la provincia de Salamanca. En España hay 26.556 geocachers registrados:, 1.532 en Castilla y León y 79 en Salamanca. El usuario salmantino con más hallazgos es ‘Urriellu’, con un total de 2.147.Los cachés no son siempre accesibles de manera gratuita. Los más sencillos de encontrar son a los que todos los usuarios pueden acceder. Otros solo pueden ser hallados si se está registrado en la aplicación como usuario Premium.Los cachés tienen diferentes formas y tamaños. Algunos de ellos pueden ser “papiros” en los que solo hay que firmar con el nombre de usuario mientras que otros pueden ser libros o “contenedores” en los que se pueden encontrar objetos como canicas, pulseras, mecheros, libretas o muñecos, entre otros. Cualquier jugador puede coger uno de los objetos que hay en el tesoro, pero debe sustituirlo por una de sus pertenencias de igual o mayor valor.