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La falta de párrocos se agrava con nuevas marchas

La falta de párrocos se agrava con nuevas marchas

La última salida ha sido la del titular de La Calzada de Béjar, Molinillo y Santa María de los Llanos

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Miércoles, 9 de enero 2019, 10:59

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La falta de vocaciones y sacerdotes en la provincia, sobre todo en las sierras del sur, se ha agravado desde este verano con la marcha de un nuevo párroco de localidades de la zona de Béjar, que carecen de momento de un titular y ven cubiertas sus necesidades con los sacerdotes que envía el Obispado. En concreto, el párroco de La Calzada de Béjar, Molinillo y Santa María de los Llanos, Jesús Luengo, se ha despedido ya de los fieles de estas tras localidades y sólo se mantiene en los municipios de Cristóbal y Valdefuentes de Sangusín, aunque todo apunta a que se trata de una situación temporal en lo que acaba de impulsar algunos proyectos que tiene en marcha. Esta situación ha agravado los problemas que ya sufrían la Sierra de Francia y la comarca de Béjar con las jubilaciones, fallecimientos y traslados de los antiguos sacerdotes hasta el punto de que es la comunidad de los Oblatos de San José, afincada en Linares de Riofrío, la que ha paliado este déficit en cierta medida. Los sacerdotes de esta comunidad provienen de Perú, mientras que el nuevo sustituto de Jesús Luengo en estas parroquias podría llegar desde Brasil, según ha podido conocer este periódico. Sin embargo, no se ha confirmado aún este extremo ya que el nombramiento no se incluye en los hechos públicos por la Diócesis para el año pastoral 2016-2017. La situación más problemática se ha dado en las parroquias de los arciprestazgos de la Virgen de la Peña de Francia y de Guijuelo, donde algunos sacerdotes llegan a hacerse cargo de siete parroquias con la ayuda de diáconos o, en otros casos, se ha extendido ya desde el año 2014 la celebración de la palabra sin sacerdotes. A pesar de la marcha de Jesús Luengo de tres de sus parroquias, en los tres casos las propias juntas parroquiales se harán cargo del día a día de la iglesia ya que, incluso en la gestión de las cuentas, se ha nombrado a dos personas en cada una de ellas para que se responsabilicen en espera de la llegada definitiva de nuevo titular.

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