Autorizado el derribo de 'Mirador' y 'Diáspora' en el barrio del Oeste

El barrio del Oeste se despedirá próximamente de dos de las primeras obras que se integraron en la galería urbana que acogen sus calles. En octubre se hizo pública la noticia de que los edificios situados en el número 2 de la calle Papín, bautizado como "Mirador", y en el 3 de la calle Granero, conocido como "Diáspora", iban a ser demolidos, y ayer la Comisión de Fomento del Ayuntamiento aprobó, solo con la abstención de Ganemos, la concesión a los propietarios de estas construcciones de la licencia de derribo. La agrupación de electores planteó la posibilidad de que se conservará al menos parte de la obra artística que los decora, pero los técnicos explicaron que esa decisión depende directamente de los titulares de los edificios. Por su parte, el concejal de Fomento, Carlos García Carbayo, expresó su interés en que transcurra el menor tiempo posible entre el derribo y el inicio de las obras de la nueva construcción que se levantará en este espacio para que el solar no quede vacío y ofrezca una mala imagen.El 29 de enero de 2014 y poco después de la presentación del edificio "Nido" de la calle Wences Moreno, Zoes presentó públicamente la obra con la que el artista David de la Mano adornó las deterioradas paredes del ruinoso inmueble de la calle Granero. Decenas de sombras humanas sobre un fondo blanco recubrieron completamente las fachadas de este edificio de dos plantas que se encontraba abandonado. Apenas mes y medio después, a mediados de marzo, rostros en blanco y negro de personas de la calle se asomaron a las ventanas de la construcción contigua a modo de divertidas "persianas". Era "Mirador", una obra del fotógrafo mexicano Leopoldo García Castellanos que se ha convertido en uno de los ejemplos más representativos de la Galería Urbana, que ya ha conseguido consolidarse como uno de los atractivos que Turismo ofrece a los viajeros para que conozcan una zona distinta al casco histórico. Pronto, en una fecha aún por determinar, ambas obras pasarán al recuerdo, aunque todavía quedarán muchas otras en las calles de la zona.