Dios hizo al Padre Ángel de otro barro

El Foro GACETA de la solidaridad reúne en Salamanca el jueves, 30 de octubre (20:00 h. Salón de Actos de Caja España-Duero) a ´seres únicos e irrepetibles´. Los misioneros toman la palabra y cuentan sus experiencias vitales. Los ponentes serán Juan José Aguirre, obispo de Bangassou (Rep. Centroafricana), Padre Ángel (Presidente y fundador de Mensajeros de la Paz) y Alberto Plaza (Coordinador del Servicio Jesuita de Refugiados de África).Tras dos décadas trabajando junto al Padre Ángel, el fundador de Mensajeros de la Paz, José Vicente Rodríguez le describe como un ser único. "Es de esas personas que Dios crea de vez en cuando de un barro especial para llamar la atención, como a Martin Luther King, Teresa de Calcuta o Vicente Ferrer, salvando las distancias", describe el vicepresidente de la asociación que el Padre Ángel creó hace 53 años. En la actualidad su organización está presente en 47 países para atender las necesidades de todos los sectores de la sociedad, desde niños, a jóvenes, madres adolescentes, víctimas de violencia de género, personas mayores, discapacitados..."Es un hombre entregado a los demás, a los más desfavorecidos. Esa ha sido su lucha desde sus primeros momentos", repasa José Vicente. Considera que el nombramiento como capellán del hospicio de Oviedo en la época de los 60 fue decisivo para que el Padre Ángel se convirtiera en lo que es hoy en día. No dudó en crear incluso una fábrica de lejía y de productos de limpieza para financiar los hogares para huérfanos que sacó a los niños de la institución en la que vivían masificados, con el pelo rapado y con un guardapolvo."Sembró de hogares de niños toda Asturias, llegando a León y a Cantabria", recuerda Vicente. "De ahí el Padre Ángel dio el salto a Madrid y creó Mensajeros de la Paz tras sentir la necesidad de extender su labor, incluso llegó México de manos de Mario Moreno Cantinflas", relata. En 1994 la concesión del Príncipe de Asturias "internacionalizó" la asociación, que en España se centra en la atención a los mayores, con 6.000 plazas residenciales, mientras que ya ha atendido a más de 40.000 niños."El Padre Ángel es carismático, se sale de los parámetros normales. Al contrario de lo que parece, tiene una tremenda fuerza física que le permite recorrer en cuatro días miles de kilómetros sin cansarse mientras nosotros venimos deshechos", confiesa Vicente. "Dice que ha hecho todo porque cree en Dios y en los hombres, son su fortaleza. Vive olvidado de sí mismo y solo le importan los demás". Aún así, el vicepresidente de Mensajeros de la Paz advierte de que es muy sensible. "Lo que menos soporta es ver sufrir a un niño. Pero eso no le hunde, solo ve cómo puede ayudar". Ejemplos de su ímpetu fue cuando se puso en marcha en favor de los pequeños de Benin al ver en el telediario un barco que transportaba niños esclavos. "Se fue para allá cuando saltó la noticia, igual que cuando se conoció el desastre de Lampedusa en Italia, donde estaba al día siguiente".