Ocho pueblos se rebelan contra la retirada de los símbolos franquistas

Ocho localidades de la provincia salmantina se han "rebelado" y, por ahora, no quitarán los símbolos franquistas que aún conservan, en su mayor parte dando nombre a alguna de sus calles. Es el caso de Pelabravo, Aldehuela de la Bóveda, Pedrosillo de Alba, Arapiles y Villaflores que se han negado a cambiar la denominación de la calle Salas Pombo, mientras que el municipio de Vecinos mantiene la calle José Antonio y Villares de la Reina hace lo propio con las calles Salas Pombo y José Antonio.Fuentes de Oñoro completa este listado provisional y se opone a dar una nueva denominación a sus calles Generalísimo, General Mola, General Sanjurjo, José Antonio y Salas Pombo. Todos estos pueblos han sido demandados en vía contenciosa administrativa por parte de la coalición Izquierda Unida que este verano denunció ante los tribunales a más de 80 localidades de la provincia para instarles a quitar diferentes símbolos franquistas y falangistas que aún perviven como nombres de calles y plazas, estatuas, menciones, condecoraciones, escudos, medallones o placas.En la mayor parte de estos pueblos el asunto está ajeno a las prioridades del día a día tanto para sus responsables municipales como para sus vecinos y en muchos casos prefieren "no reabrir viejas heridas" ni enfrentamientos pasados.El cambio de denominación de las calles franquistas se ve incluso como un problema más que como una obligación de cumplir la ley puesto que implica la necesidad de actualizar, aunque no haya un límite de tiempo establecido, todo tipo de recibos de suministros, domiciliaciones y documentación.El origen de este conflicto hay que buscarlo en el artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica, aprobada en diciembre del año 2007 durante la etapa de Gobierno del PSOE, y a través del que se insta a las administraciones públicas "a tomar las medidas oportunas para la retirada, en el ámbito de sus competencias, de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura", según recoge el texto.