Republicanos con trampa

El anuncio de la abdicación del Rey Juan Carlos I en su hijo Felipe ha hecho saltar como un resorte a los republicanos que pueblan nuestro país. El mismo día que conocimos la noticia se convocaron a través de las redes sociales manifestaciones en contra de la monarquía en todas las ciudades del país. Muchos de los asistentes, al menos en Salamanca, eran los mismos que acuden a la concentración del 1 de mayo, a las manifestaciones que ponen el colofón a las huelgas generales y a las protestas en contra de los recortes del Gobierno. Curiosamente a esos mismos no se les ha visto nunca el pelo en las concentraciones del Día de las Víctimas del Terrorismo o en las de apoyo a este colectivo.Creo firmemente que la república es el sistema político menos malo que existe. Elegir en las urnas al jefe del Estado siempre va a ser más democrático que dejarlo en manos de una familia que vaya pasando el cargo de padres a hijos. Además, el gasto es menor y el control de su labor mucho mayor. Dicho esto, veo que muchos de los que en este país se consideran republicanos lo que defienden es un sistema similar al que desembocó en la Guerra Civil en 1936 y por lo tanto de un marcado carácter izquierdista. Por ese motivo lucen una bandera anacrónica como es la tricolor y muchos de ellos militan en sindicatos o partidos de izquierda. Eso me lleva a preguntarme una cuestión: si se proclamara la república en este país, ¿respetarían que la derecha ganara las elecciones y fueran gobernados por un jefe del Estado de esa tendencia? Estoy seguro de que muchos no tolerarían que "su república" la manejaran los que ellos llaman los "fascistas".Eso ocurrió en la II República cuando ganó las elecciones la CEDA. No se aceptó que la derecha se adaptara al nuevo sistema y encima ganará en las urnas. A partir de ese momento la situación se radicalizó y, aunque ese periodo de nuestra historia dejó políticos brillantes y avances importantes, los extremistas de uno y otro lado se cargaron las esperanzas de una democracia duradera.Pero no me gusta comparar el escenario de 2014 con el de 1931 porque es darle la razón a los que se aferran a un pasado que no va a resolver los problemas actuales. Esas mismas personas no son capaces de explicar qué tipo de república quieren. Podemos optar por la fórmula italiana o portuguesa (un presidente de la república sin competencias de gobierno y un primer ministro que las asume), la francesa (el presidente es el que gobierna) o un sistema presidencialista como el de EEUU. Personalmente prefiero los dos últimos ya que en Portugal o Italia el presidente de la república tiene una función casi similar a la del Rey y entonces nos quedaríamos igual. El asunto primordial sería el ahorro y si podemos concentrar la jefatura del Estado y la del Gobierno en una sola persona, mejor.No veo a los republicanos españoles que salen a dar voces a las calles tener una idea clara de su república y eso me da más miedo aún. Mientras ese sentimiento sea manejado por la izquierda radical me quedo con la monarquía parlamentaria sin lugar a dudas. No será el sistema ideal, pero la cuestión primordial es que funcione bien como ocurre en Holanda, Suecia o Bélgica. Al igual que puedo poner ejemplos de repúblicas bananeras que son un caos como muchas africanas o algún país latinoamericano como la Venezuela chavista.Demos una oportunidad al nuevo Rey y pongamos el foco en la regeneración de nuestra clase política. No pretendamos darle la jefatura del Estado a un político si antes no hemos sido capaces de acabar con la corrupción y los vicios que han caracterizado a este colectivo en los últimos años.