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CONSPIRANOICOS

CONSPIRANOICOS

Joaquín Leguina

Domingo, 23 de julio 2017, 07:00

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Aunque los científicos ocupan parte de su precioso tiempo en refutar un sinfín de teorías inverosímiles, las explicaciones racionales de hechos sorprendentes suelen tener las de perder. Ante lo incomprensible, el ser humano prefiere las explicaciones esotéricas o conspiratorias: las pirámides de Egipto fueron levantadas por extraterrestres, por ejemplo. En fin, ¿quién no ha visto algún platillo volante?¿Cómo han lidiado los homeópatas con todos los nuevos conocimientos que ha descubierto la ciencia médica desde el siglo XVIII? Pues diciendo que "el agua tiene memoria". Y uno se pregunta: ¿cómo sabe una molécula de agua cuándo tiene que olvidarse de todas las demás moléculas que ha ido conteniendo con anterioridad? ¿Cómo sabe esa agua tratarme un hematoma gracias a su memoria del árnica, y no por el recuerdo que conserve de las heces de cualquier paisano?Si conociéramos la cantidad de personas, intelectualmente solventes, que cree en los horóscopos nos quedaríamos de piedra. Se diría que no hemos salido aún de la Edad Media. Somos, en verdad, una especie contradictoria. Crédula y, a la vez, desconfiada. ¿Alguien puede tomarse en serio que las enfermedades se pueden curar bebiéndose la propia orina? Pues muchísimas personas practican esa repugnante terapia.Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en los EE.UU., un tal Thierry Meyssan publicó un libro titulado "La gran impostura" en el que sostiene que "este atentado sólo puede haber sido cometido por militares norteamericanos". El libro se vendió como rosquillas y Meyssan debe de estar ahora en las Bahamas gastando el dinero que sus estúpidos lectores le metieron en el bolsillo.En verdad, una explicación conspirativa tiene mucho más gancho que otra sostenida sobre la lógica, por eso la "visión conspirativa de la Historia" sigue teniendo multitud de adeptos. Sin salir de España, algunos manipuladores mediáticos se apuntaron a la conspiración en torno a un hecho trágico, como fue la matanza perpetrada por los islamistas el 11 de marzo de 2004 en Madrid.Lea el artículo completo en la edición impresa de LA GACETA en Orbyt y Kiosko y más

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