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Juan Carlos García-Regalado
Jueves, 15 de junio 2017, 06:45
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No voy a comparar la carrera histórica y planetaria de Rafa Nadal, con la de un mediocre hortera, chuleta, y predicador del opio del pueblo, el fútbol, llamado Pep Guardiola, reconvertido hoy en tonto útil del nazismo catalán más rancio, casposo, excluyente, y corrupto. En su recorrido de recogepelotas en el Camp Nou a vocero acomplejado del hedor catalán, Guardiola (en realidad "los guardiolas") desmonta la tesis de Carlos Herrera de que "aquí no cabe un tonto más". En España cada nanosegundo cabe un tonto más. Siempre un tonto más. Y tontos malos, da igual se llamen Guardiola, "Cocomocho", Zapatero, o Iglesias Turrión.El domingo coincidió la final de Roland Garros con la declaración del chulángano en favor del golpe de Estado nazi (hasta ahora consentido por el Gobierno español). Lea el artículo completo en la edición impresa de LA GACETA en Orbyt y Kiosko y más
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