Maitines en casa de los Pujol

Maitines en la casa de los Pujol en la Cerdaña francesa, donde los ídolos del separatismo catalán se han refugiado huyendo de la Policía española tras los registros en la gran mansión familiar de la ronda del General Mitre y otras oficinas del clan en la capital Condal. Ambiente de silencio y preocupación en el salón de la lujosa masía del siglo XIV. La madre, ejerciendo de superiora, reparte los misales con la intención de comenzar a rezar, pero enseguida empiezan las protestas.-"Mamá, que lo de los misales era una broma". Es Oleguer quien habla, uno de los hijos con más brillante trayectoria dentro del clan (experto en pelotazos inmobiliarios, investigado por blanqueo de capitales y delitos contra la Hacienda Pública). "Lo que te dije anoche de los misales era en clave; lo que quería decir en realidad es que a ver si nos repartís papá y tú unos millones de euros a los hijos, que nos hemos quedado a verlas venir".-"Ulegué, hijo, es que lo de los misales va en serio, y quiero que recemos hoy todos juntos por la salvación de nuestras almas, o al menos por la de nuestro ingente patrimonio". Quien le replica es Marta Ferrusola, matriarca y verdadero cerebro de la familia durante tantos años, que ahora ha caído en desgracia tras el hallazgo de la carta de los famosos misales, enviada en 1995 al testaferro y gran comisionista de la familia, Jordi Pujol Ferrusola (único enchironado por el momento).-"Ya, ya. Mucho ´ora et labora´ pero después de tantos años nosotros estamos al mismo nivel que esos dos mindundis de la Junta de Castilla y León, el tal Rafael Delgado y el tal Alberto Esgueva, que en poquitos años se llevaron 90 millones de euracos por cuatro molinos de viento, más que nosotros en toda una vida", se queja Pere, el gran blanqueador de la familia.Lea el artículo completo en la edición impresa de LA GACETA en Orbyt y Kiosko y más