Brindis por otra nueva librería

Si señor, contra todo pronóstico, arriesgando cuartos y energías, haciendo caso omiso de la ola de estupidez que nos anega y de la subnormalidad social que nos corroe, alguien, ese alguien es María Nuño, se ha liado la manta a la cabeza y ha abierto una nueva librería bautizada con el clásico, prestigioso, feminista y salmantino nombre de La Latina, en la muy culta y literaria calle Brocense. Digo culta, porque para el que no lo sepa, o no lo recuerde, el Brocense, que da título a la calle, fue un importantísimo gramático del siglo XVI, catedrático de la Universidad de Salamanca, con el que la Inquisición la tenía tomada, porque le procesó tres veces con graves cargos a lo largo de su vida y aunque era de la alta Extremadura, del pueblo de Brozas en concreto, del que tomó el apodo, vivió toda su vida en Salamanca.Bueno, pues en la Calle del ilustre Brocense y con el título de La Latina, se acaba de abrir esta bien surtida, ordenada y selecta librería, que es muy original y de visita obligada para todos, pero sobre todo para gente de cierta edad, porque se ha instalado en el antiguo local de la joyería-platería Manacor, que fue célebre escaparate de orfebrería hasta bien entrados los años ochenta. Selecto comercio donde la burguesía de la ciudad escogió sus joyas y aderezos durante medio siglo.Ahora, María ha tenido el acierto de conservar prácticamente intacto el antiguo taller de la platería y en sus hermosas estanterías y altillos de noble madera tallada, se muestran los lomos de los libros en primoroso orden y concierto.Además en las mesas donde antes trabajaban los joyeros en los tas - yunques de platero como saben todos los aficionados a los crucigramas- un primor de cajones y tiradores de latón, disponen hoy las novedades editoriales a la mano y a la vista de los aficionados a la literatura, que también encuentran a la entrada una pequeña sección dedicada a autores locales y otros caprichos bibliográficos.Por suerte para la ciudad el vacío causado por la desaparición de la librería Cervantes, en cuyo local, por cierto, se abrirá esta semana un Bar con el prometedor nombre de El Lío, ha sido muy pronto aliviado por la aparición en dos años de tres nuevas librerías, la última ésta de La Latina a la que deseamos toda la fortuna que merece su audacia mercantil y cultural.Lea el artículo completo en la edición impresa de LA GACETA en Orbyt y Kiosko y más