La ex del caudillo

Y Águeda del Caudillo está a un paso de quedarse en ser "Águeda" sin más porque un abogado ha denunciado que incumple la Ley de Memoria Histórica y que el nombre incita al odio.En esta entidad menor que depende de Ciudad Rodrigo y en la que viven 50 personas, aunque hay otras tantas empadronadas, están poco menos que alucinados. Es una pedanía tranquila, bonita, creada en 1956 junto al río Águeda para aprovechar la transformación agraria del país y en ella apenas quedan un par de los primeros colonos, que fueron los que vieron al dictador Francisco Franco y al entonces ministro de Agricultura, Rafael Cavestany de Anduaga, inaugurar el asentamiento. Los vecinos viven sobre todo de la agricultura de regadío y les suele venir a la cabeza que el pueblo lleva el apellido "del caudillo" por Francisco Franco sólo cuando se lo recuerdan los de fuera, como ha ocurrido ahora. Y aunque para bien o para mal a la mayoría les da igual el nombre, cambiarlo es un fastidio para casi todos. Eso sí, con la movida de la Ley de la Memoria Histórica algunos de los pocos establecimientos que hay creen que se pueden ver beneficiados entre aquellos -espero que muy pocos- que con mente calunturienta puedan imaginar al escuchar el nombre que los vecinos salen cada mañana a la plaza a cantar el cara al sol. Al alcalde le perjudica el cambio de manera doble, porque por si fueran pocos los trámites que le esperan por el nuevo nombre del pueblo, además vive en la calle José Antonio. Sabe por quienes viven en la calle Generalísimo del gran trastorno que supone un cambio de nombre: un familiar suyo aún recibe cartas dirigidas a vecinos de Ciudad Rodrigo que vivían en la Plaza del Generalísimo, a pesar de que cambió de nombre hace ya 40 años.Lea el artículo completo en la edición impresa de LA GACETA