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Martes, 7 de noviembre 2017, 11:02
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Los motoristas de la Guardia Civil de Tráfico comenzarán a llevar radares móviles ligeros en sus vehículos con el fin de realizar controles en las carreteras. La medida, anunciada el pasado año, será una realidad en breve. De hecho, la DGT ha comprado 60 radares móviles para que los motoristas los lleven en sus rutas y los instalen con un trípode en puntos fijos para que puedan denunciar a quienes sobrepasen los límites de velocidad permitidos. El coste de los radares asciende a 860.000 euros. El propio director general de Tráfico, Gregorio Serrano, ha anunciado en Twitter que la DGT ha adquirido los "radares láser portátiles para los motoristas" de la Guardia Civil que patrullan por las vías interurbanas y destacó que el pasado año hubo "300 muertos por exceso de velocidad". Estos nuevos equipos son capaces de captar velocidades de hasta 250 km/h a una distancia de 15 a 40 metros en doble dirección, disparan fotografía y los datos son registrados en un ordenador o tableta.
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