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El milagro de Padilla

El milagro de Padilla

Domingo, 27 de enero 2013, 12:50

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Estoy convencido de que va a aparecer un torero artista que arrebatará y dará que hablar. Es fácil que le lluevan los halagos y es que no es sencillo flirtear con la muerte como él lo ha hecho. Lo de Zaragoza fue brutal y cinco meses después se obra un milagro en el que nadie creía, nadie pensaba que fuera capaz, por traspasar las barreras de lo imposible. Pero para el ciclón no hay nada imposible. Vuelve a torear con un parche, sin un ojo y con la grandeza a cuestas de quien se siente torero por encima de todo. Padilla es un ejemplo para los toreros, pero también para cualquier persona que tenga ante sí una dificultad. El Ciclón ha dado toda una lección de sencillez, de superación y de capacidad para no rendirse a las adversidades, en cinco meses de sufrimiento, de sacrificio y de entrega absoluta para seguir siendo feliz. Y es que Padilla, con todo conseguido y una vida más que resuelta, bien merecía un descanso, un retiro tranquilo para comenzar a disfrutar de la familia y del tesoro labrado a base miedos y esfuerzo. Pero Juan José Padilla es feliz toreando. Y, en Olivenza, aunque parezca mentira, Padilla vuelve a torear. Cinco después del drama, de aquella tarde en La Misericordia en la que emprendió un viaje a la eternidad en el que, afortunadamente, encontró billete de vuelta. Y de vuelta está para comenzar a saborear su sueño en los carteles de figura y con las ganaderías más cotizadas. Y ahí, me da que va a sorprender y a cuajar en plenitud lo que ya ha demostrado, como aquella tarde ante un toro de Miura en La Maestranza o con otro de Samuel en Las Ventas, por citar dos ejemplos de quien no entiende la vida sin un toro. El mismo que a punto estuvo mil y una veces de quitarle la vida y el único que le da la felicidad.

Vuelve Padilla y no quiere que le traten como un héroe, aunque lo sea y méritos haya hecho para ello. No quiere dar pena y pide que le exijan como a uno más. No va a dar pena sino que va a sorprender.

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