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Domingo, 25 de febrero 2018, 11:52
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El Salmantino UDS ya se mira al espejo y se reconoce. Es decir, mientras que se lava los dientes ve en el espejo del vestuario a un equipo aspirante a algo grande y comportándose como tal. Ayer en Burgos ofreció esa sensación de equipo aspirante en el grupo VIII de Tercera. Tuvo el balón, ocasiones de gol y atrás se mostró serio colgando el candado de cerrado. 0-3 y al autobús. Esto hace semanas era impensable. No sé sabe si subirá o no a Segunda B pero el de ayer es el Salmantino UDS que se presentó en sociedad este verano.Gran victoria del Salmantino UDS ante el Burgos Promesas (0-3) lo que significa el tercer triunfo consecutivo de los de Cortés. El Salmantino UDS salió bien desde el principio. La nueva era Cortés así lo impone. Tocar, buscar la portería rival y defender. Básico, pero a veces ponerlo en el verde no es tan fácil. Los de Cortés comenzaron fuerte y en una de esas primeras buenas combinaciones Garban cuelga un balón que cuando volaba ayer en Burgos ya tenía serigrafiado el nombre de Murci y efectivamente el nueve de cabeza lo puso en las mallas. Gol tempranero y el partido ya tenía otra cara desde el inicio y no habían pasado ni 5 minutos. De todos modos, el conjunto de la orilla del Tormes no se conformó y derribaba el muro burgalés con Coque y Emilio haciendo de cuchillos en los laterales. Galván bailaba en la medular y buscaba la asistencia entre líneas. Amaro estaba en todas. Precisamente este último tuvo las dos ocasiones más claras de la primera mitad. Una de ellas al larguero y la otra que en el área pequeña le cae un balón a pase de Galván pero el meta local se hace grande y salva de milagro. Atrás serios y con un Rodri que salvó un tiro envenenado desde la banda como única muesca peligrosa en ataque del Burgos Promesas. La segunda mitad comenzó frenética con un disparo al larguero del local Luis en un despiste de la zaga charra y que Rodri cogió el rechace mientras que suspiraba ante lo que podía haber sido el empate. Tejedor gritaba y pedía concentración y es que el partido estaba siendo completo y no está el club del Helmántico como para despistes que cuesten puntos. Esa etapa ya pasó. En el 64 una trifulca entre Martín Galván y Dava, del Burgos Promesas, acaba con el local expulsado y con el mexicano viendo el color amarillo en la mano del colegiado. Entonces entró en juego el sabio de Helenio Herrera y el Burgos Promesas que comenzó a jugar mejor con 10 que con once. Dispuso de algunos acercamientos con uno menos que con los 11 reglamentarios ni los hubiera soñado. Así es este deporte. Pero el tema del empuje local apelando al mito duró poco hasta que en el 73 tras un córner remata Marco y el rechace cae en las botas de Murci y hace el segundo. Adiós. Al Salmantino UDS ya no se le escaparía un partido que había dominado de principio a fin pero había que rematar. Las comparaciones son odiosas pero es que el bloque de Cortés tiene lo mejor de María y lo mejor de Calderé y carece de los defectos de los dos. De momento, la pinta es muy buena en esta segunda era Cortés pero con el Salmantino UDS ya se sabe que todo lo que sube acaba bajando o lo que está en lo más profundo del subsuelo crece como la espuma. Cuando parecía que estaba todo cerrado, Ortiz en el 87 se inventó un pase a la espalda de la defensa para que Izazola recibiera el regalo y cruzara con clase para hacer el tercero. Este es el Salmantino UDS que ilusionó en verano.
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