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Lunes, 26 de diciembre 2016, 20:13
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Apenas hubo sustos durante la San Silvestre y los pocos que hubo, sin importancia, se debieron su mayor parte al frío. El caso más preocupante fue el de un padre que acompañaba a su hijo en las primeras carreras y tuvo que ser trasladado al hospital tras sufrir un pequeño desvanecimiento, del que se recuperó sin problemas. Torceduras o pequeñas lesiones musculares fueron los otros casos en los que tuvo que intervenir la Cruz Roja, que realizó un fenomenal despliegue.
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