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La cabalgata llena las calles de Béjar de ilusión

Después de visitar La Covatilla, los Reyes Magos recorrieron la ciudad en dromedarios pero no pudieron llegar en globo por el viento.

TEL

Domingo, 29 de enero 2017, 18:50

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La ciudad de Béjar vivió en la tarde noche de este jueves una de las cabalgatas más especiales gracias al arduo trabajo que los Reyes Magos realizaron para saludar a todos y cada uno de los niños bejaranos. Si en la jornada anterior, Sus Majestades visitaron las residencias de mayores, este jueves quisieron iniciar su recorrido en una de las ludotecas de la ciudad para, después, subir hasta la estación de esquí de La Covatilla y saludar a los esquiadores presentes. Subidos en motos de nieve, recibieron a los pequeños esquiadores allí presentes, que aprovecharon el momento para realizarse fotografías con Sus Majestades de Oriente. Después de un descanso, los Reyes Magos bajaron hasta el recinto ferial de la ciudad, ubicado en el antiguo solar de Hispano Textil, con el objetivo de preparar su comitiva para recorrer las calles bejaranas, saludar al público, repartir regalos y caramelos y llevar la magia hasta todas las casas de la ciudad. La cabalgata estuvo formada por seis carrozas, el tren turístico, animadores, cetreros, dos llamas y un rebaño de ovejas. Aunque estaba previsto que descendieran en globo, la empresa contratada decidió no llenarlo de aire caliente ni elevarlo porque “por la intensidad y las rachas de viento” explicaron. Aún así, los pequeños pudieron saludar a Sus Majestades, subidos en la cesta del globo, para después iniciar el recorrido por las calles de Béjar. Junto a la entrada a El Bosque subieron a los dromedarios y recorrieron la ciudad hasta la plaza de España, donde se aglutinó el mayor número de personas. Después de recorrer parte de la calle Colón, regresaron a La Corredera para repartir los regalos donados por casas comerciales de la ciudad. A través de la calle Mayor, alcanzaron la Plaza para adorar al Niño Jesús, ubicado en la puerta de la iglesia de El Salvador, y leer el pregón desde el balcón del Ayuntamiento. En su discurso, Melchor pidió a los pequeños que cuiden de sus padres y abuelos y el alcalde, Alejo Riñones, animó a los Reyes Magos a llenar La Covatilla de nieve para atraer a los esquiadores. Desde allí, bajaron por La Antigua para dejar los regalos casa por casa en la noche más mágica.

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